Tres tecnologías clave que están revolucionando la producción de alimentos plant-based

Es innegable que el sector plant-based es sinónimo de innovación y tecnología. Y es que el sector se enfrenta a grandes desafíos para adaptarse a los distintitos estilos de vida, necesidades de salud como intolerancias y demandas que van más allá como el respeto por el medioambiente, desafíos que solo pueden abordarse a través de la innovación.  

Gracias a la constante inversión en i+D, este sector es capaz de ofrecer alternativas cada vez más populares para los consumidores, reducir costes en la producción y mejorar los estándares de los productos.  

La Comisión Europea afirma en el diálogo que publicó recientemente (Strategic Dialogue on the Future of EU Agriculture) que: “La innovación, la tecnología y el conocimiento desempeñan un papel clave en la transición del sector agroalimentario”. En el informe final titulado Una perspectiva compartida para la agricultura y la alimentación en Europa publicado por la Comisión Europea resalta que, para el sector, debe ser “prioritaria la investigación, el desarrollo de tecnología para la cadena de producción y la innovación en productos que desafíen el mercado tradicional”. 

Así, diversos proyectos de investigación y colaboraciones público-privadas en el sector plant-based intentan cumplir la misión de aplicar la tecnología de forma constante y variada para alcanzar este desarrollo que se menciona en la industria.  

Visto con ejemplos prácticos existen actualmente tres líneas de i+D que muestran un gran potencial:  

1.La inteligencia artificial 

La IA está permitiendo que el recetario molecular en el sector plant-based se diversifique y multiplique exponencialmente. Su papel en la producción de alimentos es fundamental y marca un cambio hacia prácticas más inteligentes y sostenibles.

Los análisis predictivos avanzados, impulsados ​​por esta tecnología, permiten pronosticar con precisión los patrones climáticos, mejorando la resiliencia y el rendimiento de los cultivos. Además, estos sistemas analizan muchos datos para detectar signos tempranos de enfermedades y plagas, lo que permite hacer intervenciones oportunas y específicas para obtener el mayor rendimiento de materia prima. Por otro lado, la monitorización del suelo, impulsado por la IA, conduce a un uso optimizado de fertilizantes, lo que contribuye a cultivos más saludables y a un menor gasto de recursos.

Añadido a estos beneficios a nivel producción para el sector plant-based, gracias a la enorme capacidad de análisis que provee la Inteligencia Artificial, empresas y científicos son capaces usar esos datos para crear alternativas de producto a los ya existentes.  
Ejemplos de ello son la plataforma de IA Giuseppe o la herramienta de aprendizaje profundo de código abierto llamada Deep Plant Phenomics.  

 2. La fermentación de precisión 

La fermentación, que permite la conservación de alimentos de origen vegetal y animal, se está convirtiendo en una tecnología muy eficaz para el sector. Y es que la técnica permite mejorar los perfiles sensoriales, nutricionales y funcionales de la nueva generación de productos de origen vegetal.

Las tres técnicas principales que se utilizan habitualmente para los productos de origen vegetal son la fermentación de precisión, la tradicional y la de biomasa. 
Si nos centramos en la de precisión, es necesario detallar que ésta permite a los productores de proteínas alternativas producir de manera eficiente proteínas específicas, enzimas, moléculas de sabor, vitaminas, pigmentos y grasas.

Gracias a la fermentación de precisión se han logrado desarrollar diversos productos como por ejemplo un sustituto de clara de huevo elaborado a partir de levadura reciclada de la producción de cerveza o un producto alternativo al bacon, pero que en realidad está hecho con setas. 

 3. La impresión 3D de alimentos 

También conocida como ensamblaje aditivo de alimentos, la impresión de alimentos en tres dimensiones (3D) es una tecnología en evolución que estructura los alimentos a partir de diseños digitales. Utiliza software de diseño para controlar la construcción capa por capa de productos 3D, lo que afecta la textura de los alimentos.

Esta tecnología ofrece varias ventajas, como libertad de diseño, personalización, desperdicio mínimo, fabricación de estructuras complejas y creación rápida de prototipos. Según la revista científica Nature, diversos experimentos han mostrado que la impresión 3D permite alterar las propiedades sensoriales de los alimentos.

Pero el desarrollo de esta tecnología no sólo va de alterar la textura o sensación de los alimentos plant-based, diversas pruebas han mostrado que también se pueden conseguir modificaciones de sabor mediante la impresión 3D. ¿Cómo? La distribución espacial de los ingredientes puede cambiar la percepción de dulzura, salinidad o densidad del sabor. Por ejemplo, el cambio del grosor de las capas en el chocolate impreso mostró diferencias en la dulzura de un bocado a otro, lo que influyó en el gusto. Este descubrimiento ofrece la posibilidad de reducir la sal en aquellos alimentos creados con capas en 3D. 

Con estos tres ejemplos queda clara una cosa: las posibilidades mediante i+D en el sector plant based tienen un largo camino por recorrer, pero son parte una industria con miles de posibilidades.